lunes, 21 de junio de 2010

Tenis

Nuestra monitora abusaba de nosotros. Desde luego le gustaban los jovencitos y cada semana elegía a uno para que le chupara el coño en los vestuarios. Nadie se quejó y nadie lo haría jamás porque el culo de la monitora era suficientemente perfecto como para callar a nuestros mismísimos padres, que no solían faltar a ninguno de nuestros entrenamientos.

Y será por eso que amé y amo el tenis. Por su faldita corta en el revés y sus gemidos en el drive. Su saque potente a la “t” y sus camon! (muy americana ella) en los puntos de partido.

Sería que me gustaba como lamía mis cojones y como me ponía meterle el mango de la raqueta. Yo jamás me pierdo un partido de tenis femenino. Siempre recordaré aquellos polvos maravillosos y sus labios lamiendo mi raqueta.

2 comentarios:

Unknown dijo...

jojojoj que cosas tienes chiquillo, pero vamos que he de darte la razón, hasta yo quisiera un culín así jojojojojo
Besicos
El palabro-. besson, jajaajja
pos eso un besote grandón, como tú.

Guemes dijo...

jajajajajajaj ese culo es mucho culo, a ver si echamos un partidito xDDD.

Un beso :)