viernes, 25 de junio de 2010

El Fin

Mientras caía aquel meteorito algunos yonkis dejaron sus jeringas en el suelo y sus ojos se cerraron sintiendo el calor del sol que se precipitaba contra sus putas cabezas. Las calles se iluminaron. Ningún puto vejestorio pudo recordar algo semejante. Los saqueos no importaban ni la sangre ni la droga que algunos padres hacían esnifar a sus hijos. Se puso de moda meses antes del desastre, los telediarios incitaban al consumo de droga. A elevarse viendo el final con sobredosis en los tejados con gafas de sol y un pitillo encima de la oreja.

Los políticos fueron cifras muertas. La policía continuó siendo la delincuencia y los drogatas violaban su culo por céntimos para un último chute mirando a la eternidad. Los periódicos eran publicidad encubierta de crack y en las radios solo se escuchaba dubstep.

Los coches circulaban por las aceras atropellando mendigos, los ricos follaban con putas a pelo sin importarles el sida y los niños con navajas rajaban a otros niños solo por sentir la sangre en sus bocas.

Era recomendable no salir de casa y muchos gastaban sus ahorros en hierba y se colocaban en familia. Por fin el fin estaba demasiado cerca y los que rezaban ahora hacían orgías sobre el altar de la iglesia.


jueves, 24 de junio de 2010

TEQUILA Y LIMÓN (ROSAvita)

sentados mirando cómo pasan las lunas. como perdemos las noches las uñas las ganas. silencio amigo soledad prisionera o prisión besos con vodka caramelo pasados olvidados deseos y brindis con copas rotas de anís barato y nubes charcos brisa pactos dolor.

sentados pensando como romperán las olas. como será el adiós y pensando en el presente y el pasado que nunca tuvimos. baladas de piano y saxofón platos rotos cambiando risas por lagrimas besos por gracias.

excesivo fuego llamas que queman ilusión. falta de tiempo y reloj descosido destellos de sal tequila y limón. TEQUILA Y LIMÓN.

miércoles, 23 de junio de 2010

Mi novia

Mi novia, una jodida animalista empezaba a tocarme los cojones. Me follé a su perro. Lo hice asqueado por mí mismo y mi poya que se retorcía en el culo del canino. Pero estaba demasiado cansado de su puta filosofía vegana y sus principios naturalistas tan estúpidos como sus orgasmos fingidos.

Me denunció. Metieron un bastoncillo en el culo de su pastor alemán (que para nada fingió su orgasmo) y sacaron muestra de mi ADN por medio de mi semen. Mi abogado no era nada gilipollas y dijo que no era prueba suficiente, ya que como la maldita guarra quería follar siempre sin condón podría haberse sacado de su coño el semen y haberlo depositado en el culo de su perro.

Finalmente me dieron la razón. Sé que su perro me echa más de menos que ella.

martes, 22 de junio de 2010

Ayahuasca

Fue un cumpleaños magnifico. Recuerdo como nos metimos toda aquella quetamina y cantamos villancicos vascos y nanas uruguayas. Sigo pensando que no fue buena idea que algunas de nuestras amigas se acercaran a la fiesta. A la media hora se fueron horrorizadas con sus bolsos de pucka y la purpurina en las pestañas.

Y llegó la hora de los regalos. Algunas indirectas en forma de cuchilla de afeitar o desodorante barato del mercadona. Una camiseta rosa asquerosamente hortera y un bolígrafo en su estuche de madera. Cuando solo faltaba yo para entregar el regalo casi nadie prestaba atención, más horrorosa no podía ser la entrega. Cogí la mochila que andaba tirada por el salón y saqué una botella.

Todos quedaron mirando, creyendo que se trataba de un licor de avellanas o una crema de whiskey asquerosa.

Mandé a todos que se callaran y cogí vasitos en los que fui echando un chupito en cada uno.

Todos bebimos. Y volamos…

Recuerdo que entre mis sueños alguien se despidió de mí. Una despedida terca y odiosa que hizo que de mis ojos cerraros volaran lágrimas hacia el suelo. Una mano me cogió, me meció y todo el tormento se marchó en un suspiro. Escuche hablar a las pinturas rupestres y el tiempo, el jodido universo y la humanidad se deslizaron por mis mejillas en forma de ríos rosas. Y temblé, sudé, me sumergí en un estado en el que mi vida eran suspiros en un desierto repleto de arena y barro. Fui feliz recordando. Nadando entre sueños que jamás habría comprendido sin tropiezos y heridas…

Bendita Ayahuasca.

lunes, 21 de junio de 2010

Tenis

Nuestra monitora abusaba de nosotros. Desde luego le gustaban los jovencitos y cada semana elegía a uno para que le chupara el coño en los vestuarios. Nadie se quejó y nadie lo haría jamás porque el culo de la monitora era suficientemente perfecto como para callar a nuestros mismísimos padres, que no solían faltar a ninguno de nuestros entrenamientos.

Y será por eso que amé y amo el tenis. Por su faldita corta en el revés y sus gemidos en el drive. Su saque potente a la “t” y sus camon! (muy americana ella) en los puntos de partido.

Sería que me gustaba como lamía mis cojones y como me ponía meterle el mango de la raqueta. Yo jamás me pierdo un partido de tenis femenino. Siempre recordaré aquellos polvos maravillosos y sus labios lamiendo mi raqueta.

domingo, 20 de junio de 2010

LA PUTA VIDA (ROSAvita)

una vez estás tan abajo no importan los huracanes en la fosa de las marianas. buceando entre una carretera las curvan son destinos aburridos emporrados todo parece navidad.

en mitad del verano helados en el saxo. la música sinónimo de malestar el ansia el verde otra calada…

jugamos al billar y las bolas pesan en la cabeza las posibilidades y ángulos dibujados en el tapete. pura droga en nuestro a liento.

unas cervezas en el bar hablar sin hablar y dormir despiertos en mitad del arenal. no saldremos a la superficie en la puta vida. LA PUTA VIDA.

sábado, 19 de junio de 2010

Brindis con Trevor Reznik

Culpable de su pena dejó de comer. De dormir. Jugaba con sus dedos largos y delgados (dedos de hueso) a acariciar los muslos de una puta a la que acogió en su casa. No soportaba su pena, lo peor era cuando sonreía en día de tortura.

Sus ojeras cubrían ojos locos. La oscuridad le vencía. Pasaba horas buscando la palabra exacta jugando al ahorcado contra sí mismo. Putrefacto, herido, abandonado.

Fue su recuerdo lo que le consumía. Descubriéndolo se engulló amargamente.